Los Angeles
- The Nerdiaz
- Feb 10, 2019
- 4 min read
Updated: Feb 11, 2019
Author´s note: Las canciones de LA son: Rosanna - Toto | She´s a Rainbow - The Rolling Stones | Mother´s Little Helper - The Rolling Stones | Can´t Help Falling in Love - Elvis Presley | Vincent - Don McLean | Playlist disponible en la galería de la ciudad y en spotify - link al final del post.
Hoy dedicaré un par de párrafos para recordar un poco mi experiencia en la ciudad de los ángeles, y para una historia, una historia que me ayudó de una manera que no puedo describir en palabras.
Empezemos con la historia:
Una que escuché un 14 de septiembre, con aquel que yo llamaba “primo” — y así me referiré a él. El primo, 27 años de edad, me contó su historia de origen, su viaje a Los Angeles, y lo que ha hecho ahí— acompañados de unas cuantas cervezas.
Nacido en Michoacán, no recuerdo el pueblo en particular, asistió a la escuela hasta el grado de 6to de primaria, cosa que era común dentro de su familia. Un par de sus hermanos, y algunos de sus primos habían ya hecho el viaje para intentar cruzar a los estados unidos, y el primo estaba esperando su turno.
Ese momento llegó cuando terminó su último año de primaria. “Mi abuelo me sentó y me dijo que si me lanzaba, era para trabajar y que no desperdiciara ninguna oportunidad” — El primo me contó. Y así fue, con apenas 13 años de edad viajó de Michoacán a Tijuana, e intento dos veces cruzar la frontera. La segunda vez que el primo cruzó, me contó que por mera curiosidad un paisa suyo estaba dentro de la misma caravana. “Un hombre de edad” — sus palabras. Despues de varias horas de caminar, el paisa, drenado de energía, cayó al suelo.
El primo me contó como aquel señor lo quería convencer de que siguiera caminando con el grupo, pues ellos no se iban a detener.
“Descansemos un momento” — El primo le dijo al grupo.
“Vete” — El paisa le contestó.
“No, paisa, que se vayan ellos, no lo voy a dejar aquí” — El primo dijo. — “Váyanse, yo me quedo con mi paisa y le grito a la migra”.
Al final, el grupo se quedó esperando un par de minutos mientras aquel señor de edad recuperaba su aliento. Ambos cruzaron exitosamente.
El primo me contó que el paisa viajó hasta Santa Cruz, mientras él, se quedó en Los Angeles. Estuvieron en contacto un par de años más.
El primo encontró jale en Los Angeles, como preparador de un restaurante de hamburguesas. Levantándose a las 4 am, trabajando de 5 - 1pm y regresando como cocinero de 5 - 9 pm.
Diario, sin día de descanso. Para el momento que yo lo conocí, llevaba ya un par años con ese itinerario.
Hay un par de detalles que me gustaría compartir de aquel gran hombre de quien tuve el gran honor de conocer. El primero es una trágica historia de como su hermano fue deportado un para de años atras. Escuché esta historia un par de veces, y aunque los detalles no fueron tan consistentes, aquello que el primo me repitió todas las veces fue: “No te andes con mamadas.”
Su hermano fue deportado por ser descuidado e irresponsable con drogas, mujeres, y sus trabajos. “Por eso te digo, primo, tu échale huevos al jale, y de aquí la armas. No te andes con mamadas.” — El primo me dijo, sinceramente, el día que lo conocí.
El segundo detalle, y aquello que fue lo que me hizo llorar despues de una historia tan intensa. Fue la sonrisa que aquel admirable ser humano portaba con orgullo cuando me mostró las fotografías de su casa en Michoacán, construida con el fruto de su trabajo. “Mira, primo, le dije a los constructores para que quedara chingona, así como yo la quería.” — Me dijo— “y este es mi otro terreno, empiezo a contruir aquí el próximo año.” Sí, tiene otro terreno en su pueblo de Michoacán. Dos coches suyos, cabe recalcar, y mantiene a toda su pinche familia—incluso a su hermano en México.
“Un par de añitos más, primo, y me regreso a mi pueblo, a mis casas” — Euforicamente me contaba. No tiene interés en quedarse en Los Estados Unidos, sino en regresar a México, a su tierra, disfrutar del producto del trabajo que le parte la espalda todos los días, y empezar su negocio igual a aquellas hamburguesas.
Yo llegué a LA perdido hasta su puta madre. Y por muchas, muchas razones supe que esa ciudad no era para recuperarme y encontrarme. Sin embargo entendí en ese lugar, la belleza y la importancia de callarse y observar. Preguntar y observar. Los Angeles, aunque no me dió lo que esperaba de ella, me dió muchas historias, muchas razones y ejemplos para empezar a entender como funciona este desmadre llamado “Sociedad”, como se comporta este pendejo llamado “Humano”, y mi lugar en toda esta incógnita llamada “Vida.”
Me quedo con muchos ejemplos de mis compatriotas partiéndose toda la madre ganándose la vida que ellos quieren, a costa de lo que sea, y de la forma que se pueda. Me quedo con los grandes consejos de responsabilidad y de apreciación que me ofrecieron. Por todos ustedes me enorgullece cargar nuestra bandera dentro de mi mochila.
Ese hombre, Mi primo, aquel que cometió un error de ortografía cada vez que me mandaba un mensaje de texto, aquel que me ofreció su camioneta para dormir por más de 10 noches—el más grande gesto de amabilidad y apoyo que he recibido—tiene el mayor respeto y admiración que puede recibir de mi parte. Eres una verga, primo, fue un honor conocerte, platicar contigo, y te agradezco de nuevo por compartirme tu historia. Pero más que nada, gracias por mostrarme que se puede.
Gracias por mostrarme que con huevos, “De aquí la armo”.
Los Angeles, ★★★☆☆
Link de la playlist: https://open.spotify.com/user/12134904728/playlist/59N374ClSPn07vtLIzom3z?si=4mzpFQYsQYasBNRtr9TbMg
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